¿QUE PENSÁIS DEL CRISTO?
¿DE
QUÉN ES HIJO?
Texto: Mat.22:42
Lectura. Mateo.22: 41 al 46
Nuestro
Señor Jesucristo, habiendo respondido a todas las preguntas de los fariseos, saduceos
y herodianos, de un modo que conquisto la admiración de ellos, ( según leemos
en este capítulo 22) acaba la conversación volviéndose contra ellos, con una
pregunta a la que no pueden responder, haciéndoles pensar cuan defectuosos son
sus conceptos sobre el Cristo (el Mesías).
El
Señor, sabía que sería condenado por el Sanedrín, por decir que él era el
Cristo - El Hijo de Dios – y se defiende con anticipación llamando la atención
al hecho de que el Mesías, no podía ser un mero soberano temporal, ni en verdad
un mero hombre: Y para aclarar esto, aprovecha la ocasión, cuando estaban juntos los fariseos y les formula la siguiente pregunta.
¿Que
pensáis del Cristo? Es decir, ¿Cual es
vuestra opinión respecto al Mesías? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. Esto era la concepción popular que tenían
respecto al Cristo ó Mesías; basada sin duda en las escrituras como en el Salmo,
89:20/37 – Isaías, 9:2/7 -11:1/9 - Jeremías 23:5/6 -33:14/18, Exequiel 34:23/24
y 37:24.
Pero
este concepto de un simple soberano temporal y de un mero hombre que ellos
concebían; tenía que ser denunciado o puesto en evidencia con la siguiente
pregunta. ¿Cómo pues David en el Espíritu
le llama Señor, diciendo: ( en el
Salmo 110.) Dijo el Señor a mi
Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus
pies? Pues si David le llama por inspiración del Espíritu de Dios, Señor a
su hijo, y recuerda la escritura donde el eterno le dice Siéntate a mi derecha; es
decir: Participa de mi poder y del dominio Universal. ¿Cómo puede ser el
Mesías–el Cristo, solo descendiente de David según la carne?
La
cuestión que propone aquí el Señor Jesucristo a sus adversarios, es la solemne
proclamación de su propia divinidad; porque David llama aquí al Cristo Su
Señor, no porque es hijo de él en cuanto descendencia en la carne, sino en
cuanto es Hijo del Padre, esto es, del Eterno Dios, y no le llama por error,
sino inspirado por el Espíritu.
Así
que nadie podía responder palabra: Con el tiempo, el Espíritu Santo y por la
pluma de los apóstoles Pablo y Juan, nos declaran: Acerca de su Hijo, nuestro Señor
Jesucristo, que ere del linaje de David según la carne que fue declarado Hijo de Dios con poder,
según el Espíritu de santidad. (Rom.1:3/4) Este es el verdadero Dios, y la vida
eterna. 1ª.Juan.5:20
I.- CRISTO. LA REVELACIÓN DE DIOS EN CARNE
Por las
manifestaciones o declaraciones argumentadas por el Señor Jesús, aprendemos que
el Cristo de Dios, no puede ser un producto de la raza humana, sino que
trasciende declarándonos su origen divino y el propósito de Dios es revelarnos
a su Hijo. Lo que piensen los hombres a cerca del Cristo de Dios, es cosa de
gran importancia para sus vidas, y por esto es cosa en que él se interese mucho.
Los
hombres son con frecuencia muy ingeniosos para idear teorías de Cristo, con el
fin de acallar sus preocupaciones. Alguien dijo que “la persona de Jesucristo,
su vida, su muerte y la fe que quedo en
los que le han seguido, forman el centro del Cristianismo.”
Sí,
es cierto que los discípulos de Cristo fueron llamados por primera vez en
Antioquia “Cristianos.” (Hch.11:22/26) Pero debemos poner bien claro que el
Cristianismo, como tal y en el concepto de la mente religiosa del hombre
actual, no es una religión a seguir. El Cristianismo genuino es Cristo; y
Cristo es la máxima revelación de Dios; podemos pues afirmar que el
Cristianismo no es religión, sino revelación de Dios en Jesucristo. Es la revelación
de Dios, de todo un plan de salvación para el hombre (perdido) en la persona de
su Hijo Jesucristo, el cual infunde vida de su vida, amor de su amor, paz de su
paz, redención de nuestros pecados y salvación, por ser el Salvador del
Mundo. Este es el testimonio; que Dios nos ha dado vida eterna; y que esta
vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al
Hijo de Dios no tiene la vida. (1ª.Jn.5:11/12)
La
pregunta que Cristo formuló a aquellos fariseos, según el concepto de ellos,
era incontestable. Por más de 20 siglos, la humanidad ha hablado de él y en él
ha pensado; algunos creen saber quién es, pero muchos no tienen convicción
alguna respecto a su persona: Así que, a pesar de tantos siglos transcurridos
esta pregunta se nos presenta como nueva todavía.
II.- ¿ QUE PENSÁIS DEL CRISTO ?
Poco importa
lo que piense el Mundo de otro cualquiera, poco importa comparativamente cual
sea nuestra opinión respecto a ellos. Pero cada alma viviente sobre la tierra
debe preocuparse del Señor Jesús.
Permíteme
querido amigo, que te ayude a fijar tu opinión sobre el Cristo de Dios, a fin
de que puedas dar una respuesta satisfactoria a esta pregunta de Jesucristo,
viva hoy a través de los siglos. Para ello te voy a presentar cual testigos, el
testimonio de sus enemigos.
El testimonio de sus enemigos
Todos
sabemos cómo le odiaban los fariseos y saduceos, ¿hagámosles esta
pregunta? Que tenéis contra el Cristo,
que os parece. Escuchemos su testimonio: Este
a los pecadores recibe y con ellos come (Lc.15:2 y 19:7) ¡Que argumento en su contra! Pues si eso
precisamente es lo que nos hace estimarle, es la Gloria del Evangelio, él
recibe a los pecadores, si no fuera así que sería de nosotros. Este es el
tributo de honor más esplendido que los fariseos le podían ofrecer-
En
Jn.7:45, leemos que los Ministriles o servidores de los fariseos y de los
principales de los Sacerdotes, fueron enviados para prenderle, no lo hicieron,
y su argumento fue nunca un hombre ha
hablado como este. Ahora tenemos aquí a Judas, dinos: Tu le conociste bien
le viste hacer milagros, te mando a anunciar el reino de Dios, le viste hacer
milagros, viste la resurrección de Lázaro: ¿Qué piensas del Cristo? He entregado la sangre inocente; Este es
el testimonio del que le entregó por 30 monedas.
Y
que diremos de Pilato, no halló falta o culpa en él, y su mujer le dijo: Este hombre es justo. Y que decían de
Jesús en la Cruz, a otro salvo, así mismo
no puede salvarse. ¡Oh fariseos insensatos¡ una vez siquiera habéis dicho
verdad, a otros salvo. Luego murió por
ellos, murió por mí, ¿ha muerto paciente lector por ti?
Si
preguntamos al ladrón crucificado a su lado nos dirá: Este ningún mal ha hecho y le suplica se acuerde de él en su reino.
El centurión que estaba ajusticiándole dijo: Verdaderamente Hijo de Dios era este. Pudiéramos preguntar a los mismos demonios:
¿Que pensáis del Cristo? En Marcos 5:7, ellos mismos le llaman Hijo del Altísimo.
Atención
lector amado; personas hay que dicen: “Yo creo que Jesús era el Hijo de Dios” y
les basta; amigo, el estar convencido, (aun históricamente) no es suficiente
para la salvación. Recuerda que los mismos demonios decían lo mismo y aun
temblaban. (Satg.2:19) Muchas personas
están convencidas, pero no convertidas;
¡cuidado pues!
EL TESTIMONIO DE LOS AMIGOS
Escuchemos
ahora a sus amigos: Juan el Bautista, ¡Qué pensaba del Cristo! señalándole
anunció: He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo; Jn.1:29 y
siguió declarando: Y yo le vi, y he dado
testimonio de que éste es el Hijo de Dios. Jn.1:34
Que
diremos de Pedro, le negó sí, pero arrepentido y rehabilitado; en Jerusalén le
proclama como Señor y Cristo. Hch.2:36 Y Tomas, que dijo de él, Señor
mío y Dios mío. Jn.20:28 Juan escribió y testifico; Lo que era desde el principio,
lo que hemos visto, lo que hemos….1ª.Jn.1:1/2 Pablo afirma: Dios ha sido manifestado en carne…léase el
resto en 1ª Tim.3:16. En él habita toda la plenitud de la
divinidad corporalmente. Col.2:9
Los
mismos cielos con sus ángeles dieron fiel testimonio de Cristo. Lc.1:28/35 en
la anunciación, Lc.2:10/14 en el Nacimiento, Lc.24:4/7 en la resurrección. El más alto testimonio de Dios el Padre,
hablo en tres ocasiones, en el rio Jordán, cuando su bautismo: Este es mi hijo amado, en el cual tengo
contentamiento. Mt.3:17 En el monte
de de la transfiguración; He aquí una voz del cielo dijo: Este es mi
hijo amado….a El oíd. Mt.17/5
Pronto a ser crucificado a una pregunta de Jesús diciéndole Padre
glorifica tu nombre. Entonces vino una
voz del cielo, diciendo: Y lo he glorificado y lo glorificare Jn.12:28
EL TESTIMONIO DE CRISTO
He
dicho anteriormente, que la cuestión que propone aquí el Señor Jesucristo a sus
interlocutores, es la solemne proclamación de su origen divino; y en virtud de
ello, toma la autoridad para censurar a los fariseos, según leemos en el
siguiente capítulo 23, y les revela muy claramente que, uno es
vuestro maestro el Cristo. Mt.23:8/10
Y
como maestro divino que es, se presenta ante nosotros con las mejores
credenciales divinas diciéndonos: Todas
las cosas me fueron entregadas por mi Padre;…..Mt.11:27 - Trabajad…..porque a este señalo Dios el
Padre. Jn.6:27 y 40 ( Por favor léanse los versículos inacabados y anunciados, por no alargar el comentario) Jn.7:28/29 y Jn.8:28
Nadie
como él, pudo acuñar afirmaciones tan categóricas como “Mi Padre” con tanta propiedad; porque
Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Jn.5:18 Si bien a nosotros se nos dio la potestad de ser hijos de Dios; Jn.1:12 no
pretendemos afirmar ser igual a Dios ni
hacer las obras que él hizo; nuestra relación con el Padre es por medio de su
Hijo el Cristo, y nuestro trato es siempre Padre
nuestro que estás en los cielos santificado sea tu nombre…..Mt.6:9 Vuestro
Padre celestial Mt.6:26 Observamos aquí, que el Señor dice: Vuestro Padre, no dice nuestro Padre, es
evidente nuestra subordinación.
Paciente
lector, supongo que habrás oído hablar del Cristo y que has pensado en alguna
ocasión sobre él; pero yo te pregunto: ¿Qué tal tu convicción sobre Cristo? ¿Es
el Hijo de Dios, el gran Dios hecho hombre, que vino del cielo, para salvar al
hombre de sus pecados?
El
apóstol Pablo nos dice: Sabed, pues,
esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados.
Hch.13:38 Dios ha
cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos los profetas, que
su Cristo había de padecer. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean
borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de
refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado. Hch.3:18/20
V. Ibáñez
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